Para muchos, Weib no pasará de ser "un animé
más", de ésos que como no son un buen negocio de
merchandising, los empresarios locales nunca se
molestan en traer a nuestras pantallas. Pero apenas uno
se entera un poco del argumento, o escucha un poco de
su música (tanto canciones originales como
banda sonora), empieza a sospechar que Weib no es "una
serie más", por lo menos en el sentido en que
solemos aplicar esta etiqueta. Si uno considera
que en Japón era emitida a medianoche, se puede dar
una idea de que los temas que se tocan en la historia
son para adultos; cuando uno recuerda que los cuatro "chicos de la peli"
son en realidad asesinos a sueldo... bueno, las dudas tienden a desvanecerse.
La cuestión es que Weib no persigue
monstruos ni extraterrestres ni demonios, ni tienen superpoderes, ¡ni
siquiera armas sofisticadas! Son cuatro asesinos, cada uno con sus
historias, dedicados a matar proxenetas, traficantes de
órganos, asesinos seriales. Y eso fue precisamente lo que me atrajo
de esta serie: que los buenos eran malos y los malos eran actuales.
Las historias de Weib se cuentan
en varias versiones y formas:
Por lo que pude averiguar, lo primero que vio la calle
en impresión fue una novela llamada "For Ever White" en la que aparecen
por primera vez las ilustraciones de Tsuchiya Kyoko. Después vinieron
los dos tomos del manga en formato art-book, y por último, posterior
al anime y ambientado tras su final, otra historia escrita llamada "Rajantai".
Antes, durante y después de la aparición de todo este material,
fueron apareciendo los distintos CD dramas en los que se cuentan otras
misiones de los Cazadores.
En esta sección van a encontrar un resumen de
la historia de Weib tal como la presenta el
anime.
¡WARNING!
Lo que sigue es un resumen de la serie
que incluye finales explícitos, secretos al
desnudo y toda esa clase de obscenidades
que me encantan. Por lo tanto, si no
desean mancillar la honra de su curiosidad,
les aconsejo que no sigan adelante.
[ Soldado que huye...
]
A los que todavía no se dieron una vuelta por la
sección Perfiles,
les aconsejo una visita previa a la lectura de este resumen
La historia
de Weib Kreuz se
cuenta en 24 capítulos, y gira en torno a dos "arcos argumentales"
: uno tiene a Takatori Reiji como centro del bando de los malos, con las
ansias de Aya de vengarse y las de Omi de conocer su pasado como detonantes
principales; el segundo, con los tres Takatori donde corresponde (léase
cementerio), deja cierta libertad de acción a los dos grupos rivales
de nuestros asesinos, Schwarz y Schreient, e introduce un nuevo origen
de maldad: los tres demoníacos SS.
Desde el capítulo
1 al 16 vemos a Weib
enfrentarse a un par de grupos de asesinos, a tratantes de blan-
cas, traficantes de órganos,
científicos dementes, millonarios perversos por el simple gusto
de serlo y se-
cuestradores. También conocemos
a las eventuales víctimas de estos "villanos de turno", algunas
de las cuales llegan a la historia para quedarse. Pero lo más importante
de esta etapa es que nos permite conocer a los cuatro protagonistas e ir
descubriendo sus pasados hasta que uno puede decir "Ahá, por eso
hizo tal cosa". Y también nos invita a familiarizarnos con quienes
son sus enemigos por definición: los cuatro "pa-
ranormales" de Schwarz y las cuatro
chicas de Schreient.
Así uno
se entera de a poco y con cuentagotas de que Takatori Reiji hizo matar
a los padres de Aya y que inmediatamente después atropelló
con su limo a la hermana menor del líder de Weib,
lo cual torna un poco más comprensible esa forma de ser suya, su
silencio, su amargura, esa frialdad que sólo pierde al en-
frentarse a Takatori o alguno de
sus acólitos. También vemos a Ken enfrentarse al duro hecho
de que quien creía su mejor amigo fue en realidad quien arruinó
su vida como futbolista profesional y quien después tra-
tó de matarlo. Y vemos a
Youji revivir una y otra vez esa noche fatídica en la que Asuka
dio su vida por él.
Pero sin lugar
a dudas, el ¡OH! de platino va para Omi, porque después de
encontrarse de manos a boca con los tres malvivientes que lo secuestraron
en su infancia, a medida que avanza la serie el rompecabezas de su pasado
empieza a rearmarse para dar como resultado que Tsukiyono Omi en realidad
es ¡Takatori Ma-
moru!, lo cual lo señala
como el tercer hijo de Takatori Reiji y hermano de los mejor-ni-nombrarlos.
Durante esta
primera parte la historia tiende a enredarse y complicarse, y sobre todo
a llenarse de mo-
mentos duros y bastante dramáticos,
detonados por las situaciones particulares de cada episodio, que pasan
a delinear cada vez mejor (o peor, depende del punto de vista) la trama
de fondo.
También
hay ingredientes de romance, por supuesto. Pero también por supuesto,
nunca un final feliz porque dejaría de ser Weib.
Después de matar a su mejor amigo, Ken conoce a Yuriko, una motociclista
profesional, con quien se da casi un amor a primera vista. Pero cuando
Yuriko le pide que se vaya con ella a Australia, Ken se se ve forzado a
enfrentar que su mundo y el de ella son demasiado diferentes, así
que después de salvarle la vida se despide de ella para siempre.
Youji se queda de una pieza al ver por primera vez la cara de Neu, una
de las Schreient, que es idéntica a su perdida Asuka, y mientras
tanto ayuda a Saya-
ka, cuyo novio fue víctima
de los experimetos genéticos de Takatori Masafumi y que termina
enamorándose de él. Omi, cuando al fin parece que él
y Ouka se van a decidir a algo, descubre su verdadero apellido y, por si
esto fuera poco, Farfarello mata a la pobre Ouka en sus propios brazos.
En cuanto a la "figurita di-
fícil" para el romance,
Aya descubre por la calle a una chica idéntica a su hermana, y después
de alguna charla, un helado y salvarle la vida, digamos que se permite
demostrar cierta simpatía por ella. Lástima que Sakura no
tiene mejor idea que enamorarse de él... y ya se imaginan la cara
del pelirrojo cuando ella le con-
fiesa sus sentimientos... Como
mérito podemos reconocerle el haberlo hecho sonreír en el
episodio 6.
El final de
esta primera parte es a toda máquina, y sobreviene después
de la muerte de Ouka en el epi-
sodio 12. Weib
ya ha dado cuenta de los dos hijos de Takatori, no porque su apellido no
sea suficiente motivo de por sí para mandarlos al otro mundo, sino
a causa de sus actividades ilegales. Así que no cuesta imaginar
el humor de Takatori Reiji cuando Farfarello le mata a la nena. Para peor,
alguien se está dedicando a poner bombas por todo Tokyo en bolsas
que dicen Weib y Takatori se las ingenia para que el ejército a-
corrale a los Weib,
que consiguen escapar vivos por los pelos. A todo esto Aya ataca a Takatori
(aprendan el trabalenguas, porque en el resumen de episodios lo van a encontrar
de nuevo) y Farfarello está a punto de matarlo. Lo siguiente es
madrugarse con que Persia es el hermano menor de Takatori y que Omi es
en realidad su hijo... Pero la situación va de mal en peor, las
caras de los cuatro Weib están por toda la ciudad y se ven forzados
a ocultarse. Pero cuando logran llegar a Takatori Reiji suele escucharse
un YEAH más bien gutural y salvaje que le sale a uno de la garganta
sin que se pueda evitarlo: Aya enfrenta por última vez al asesino
de su familia y lo mata... YEAH!!!
Después
de la muerte de los Takatori, todo indica que la ciudad puede sobrevivir
sin Weib y que ellos pueden volver a sus vidas normales... si puede tener
algo de normal la vida de cuatro floristas-asesinos. Pero sip, así
es. Ken entrena equipos infantiles de fútbol, Omi va al colegio,
Youji anda de chica en chica y Aya pasa largas horas contemplando el pálido
rostro de su hermana en el hospital. Hasta que... obviamente. El hasta
que es Youji atacado, Ken casi atropellado y Aya-chan desaparecida del
hospital. De modo que... por supuesto, Weib
se reune, aunque sin Aya. Ahí es que entran en escena Birman como
contacto de Kri-
tiker y los SS como la mente siniestra
detrás de cada acto maliggggno de Takatori Reiji. En el episodio
17 estrenamos opening y ending, uno mejor que el otro, y volvemos a las
andadas. Los siete episodios restan-
tes también tienen cada
uno su "villano de turno", pero la historia nos acerca más a Schwarz
y Schreient. Conocemos la historia de Farfarello y Youji vuelve a estar
frente a frente con Neu, casualmente después de soñar con
que Asuka se convierte en ella y trata de matarlo. Aya, que finalmente
ha vuelto a Weib,
descu-
bre el escondite de las chicas
y que ahí están manteniendo vivo a Takatori Masafumi.
Se viene la
confrontación final con Schreient, pero antes Youji, después
de salvarle la vida, llevársela a la florería y hasta comprarle
ropa, se ve obligado a matar con sus propias manos (o con su propio alambre)
a Neu. Ahí descubrimos el incipiente romance entre los asesinos-menores:
Tot y Nagi. Durante el ataque al cuartel de Schreient la cámara
en la que conservan al Takatori es destruida y prodríamos decir
que los Schwarz le "dan una mano" a Weib
al enfrentar por su cuenta pero al mismo tiempo a las chicas, aunque se
llevan con ellos a Aya-chan, hasta entonces en poder de ellas. Farfarello,
siempre tan amable, derriba a Tot, lo cual enloquece a Nagi, que hace que
el edificio se venga abajo. Pero lo peor está aún por venir,
y se
concentra en los dos episodios
finales. En ellos SS empieza a actuar abiertamente, y mientras Schwarz
se dedica a matar gente por la ciudad, vemos a Sakura con el pelo largo
y más igual que nunca a la hermana del pelirrojo. La cuestión
es que SS está llegando al fin, y Schuderich se lleva con él
a Sakura.
El último
episodio es moviiiiiido. Sakura es preparada para ser sacrificada durante
un rito demoníaco de los SS y los Weib
se disponer a dejar para siempre Koneko no Sumu Ie. En escasa media hora
tenemos que sufrir por el rescate de Sakura, el rescate de Aya-chan, el
enfrentamiento final con SS y, lo que es peor, la batalla final entre Weib
y Schwarz... Demasiado para corazones frágiles... Y para peor, eso
no es todo lo que ocurre: ¡Aya-chan finalmente despierta! La cuestión
es que los ocho asesinos rivales terminan frente a frente en un edificio
junto al mar, y con semejante caos y superpoderes liberados, el edificio
colapsa y van todos a parar al agua entre los escombros... ARFF... A la
mañana siguiente no hay ningún chico lindo a-
briendo la florería: todos
los muebles están cubiertos por fundas y quienes están detrás
del mostrador son Sakura (otra vez ella misma, con pelo corto) y Aya-chan,
despidiéndose de Birman y Manx que se van sonriendo. El único
rastro que queda de Weib
es una foto de los cuatro sobre una mesa. Pero...
Hufff... creo que esto es todo, a pesar de la cantidad
de cosas que,
aunque parezca mentira, no conté. Ojalá
no haya satisfecho
su curiosidad, sino que la haya alimentado generosamente
^_^
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